Parte I
La Programación
Neurolingüística o PNL es una disciplina que ha venido a revolucionar muchos
ámbitos del quehacer humano, quienes han descubierto la enorme variedad de sus
aplicaciones le han aplicado en escenarios de la actividad humana en la que
otras técnicas no han tenido muy buenos resultados y sin embargo la PNL ha
demostrado contundentemente su efectividad.
A los que estamos
familiarizados con su uso y terminología llega a parecernos extraño que no todo
el mundo sepa de qué se trata cuando le hablamos de ella, pero aún hay personas
a las que les parece complicado incluso el término utilizado para esta
disciplina.
Cierto, el escuchar o leer
acerca de Metamodelo, Metaprograma, Modelo de Milton, Modalidades ó
Sub-Modalidades puede llegar a plantear un panorama altamente complicado para
quienes tienen su primer contacto con la PNL. Sin embargo, debo decir que
comprender y adentrarse en el mundo de la PNL es por demás fascinante y
definitivamente mucho más sencillo de lo que nos muestra nuestro primer
contacto con ella.
Por principio de cuentas,
debemos partir de la base de que nuestra mente es como una computadora y como
tal funciona, es decir, todos tenemos un hardware (disco duro) similar, dotado
de las mismas partes y las mismas funciones, lo que hace diferente a cada ser
humano en cuanto a la mente, es la forma en que se procesa la información (es
decir, el software), por que ésta es el resultado de experiencias y vivencias
diferentes en todos.
Conforme vamos creciendo e
interactuando con el mundo, vamos programando nuestra mente y los caminos que
seguimos para hacerlo son diferentes en cada persona, así que nuestra forma de
actuar ha venido siendo programada desde el momento mismo de nuestro nacimiento y ha sido moldeada por nuestros padres,
hermanos, maestros, vivencias y circunstancias.
Lo increíblemente grandioso
de nuestra mente es que ¡Puede volver a ser programada! ¿Cómo? Tal y como fue
programada desde un inicio: A través del lenguaje (de ahí la parte lingüística
del nombre de esta disciplina).
Probablemente tus padres con
la mejor intención de protegerte fueron instalando programas negativos en tu
mente con frases como “¡no hagas eso!” “¡no toques!” “Eres pequeño para eso” que fueron quedando grabadas en tu
subconsciente y por eso ahora te resulta tan difícil iniciar algo o creer en
ti.
La primera parte de la
solución está en empezar a desterrar de tu vocabulario palabras que instalen o
refuercen en tu mente creencias limitadoras que te impidan avanzar hacia tus
objetivos, a partir de ahora puedes empezar a vigilar con atención las palabras
que utilizas cotidianamente y si encuentras alguna de ésta frases, hazte el
propósito de eliminarlas, con esto empezaras a “formatear tu disco duro” eliminando software malicioso.
“Un día de éstos”, “Qué
flojera”, “No puedo…..” “Tengo
que…..” “Sí, pero…..” Todas estas frases
instalan o refuerzan creencias limitadoras en tu subconsciente que te
dificultan el logro de tus objetivos. Elimínalas.
¿Tienes alguna frase que
uses cotidianamente y que te des cuenta que ha sido como un software maligno?
Comparte con nosotros.
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