Te compartimos
un interesante artículo de Jim Rohn.
¿Has
escuchado la historia de la rana y el escorpión?
Un
escorpión pide una rana que le ayude a cruzar el río llevándolo sobre su lomo. La rana tiene
miedo de ser picado durante el viaje, y le dice al escorpión "lo haría,
pero si lo hago tú me picarás". El Escorpión afirma que desde luego no lo
hará! Una vez más, la Rana le dice "lo haría, pero sé que me picarás”. Una vez más, el Escorpión
le ruega: "Por favor, tengo que llegar al otro lado y te prometo que no te
picaré". El Escorpión argumenta que si picara la rana, ambos se hundirían
y el escorpión se ahogaría.
La
rana está de acuerdo y se inicia el traslado del Escorpión al otro lado del río
sobre el lomo de la rana, pero a mitad de camino el escorpión de hecho pica a
la rana, condenando a los dos a morir ahogados.
Cuando
la rana le preguntó por qué lo hizo, el Escorpión le respondió: "¿Qué
esperabas?. Soy un escorpión!. Es MI NATURALEZA! "
La
moraleja de la historia y su relevancia en el tema del liderazgo en las organizaciones es que en
tiempos cambiantes y dinámicos, los líderes no pueden esperar que sus
organizaciones o sus colaboradores se sometan a un cambio a menos que cambien
ellos también. Los líderes no pueden mostrar la misma "naturaleza" y
esperar resultados diferentes.
Un
líder no puede seguir mostrando comportamientos de liderazgo viejos como “lo ha
hecho siempre” y esperar resultados diferentes de sus colaboradores. (Esta es
una de las definiciones de locura: Hacer lo mismo y esperar un resultado
diferente) Al igual que el escorpión, la mayoría de los líderes están
atrincherados en su "naturaleza". Ellos creen que pueden seguir
siendo la constante y la gente va a desarrollar, evolucionar y cambiar para
satisfacer las situaciones nuevas y dinámicas sin que ellos mismos evolucionen
o desarrollen nuevas técnicas. Esto simplemente no es el caso.
Los
líderes competentes en entornos empresariales dinámicos en la actualidad deben
comprometerse en serio a la autorreflexión para entender cómo pueden modificar
los comportamientos personales para adaptarse a los cambios en los entornos de
trabajo y personal. Sobre todo con la introducción de los Millennials, o trabajadores
de la Generación Y en la fuerza laboral, el comportamiento y las habilidades de
liderazgo viejo y anticuado serán ineficaces en estos entornos cambiantes.
Así
que te reto: Sé un camaleón
y no el Escorpión. No piques a tus colaboradores, sino ¡adáptate, cambia, e
inspira a la gente para conquistar nuevos retos! Recuerda, si una planta no cambia y crece, morirá... al igual que el escorpión y la rana.
Jim Rohn
gracias me gusto mucho
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