La interpretación general de
la palabra proactividad es la de
iniciativa o persona con iniciativa, sin embargo el término aún no ha sido
aceptado por la Real Academia de la lengua Española.
El término proactividad fue acuñado por Víctor
Frankl, psiquiatra austriaco sobreviviente de los campos de concentración Nazis
en su libro: “El hombre en busca de
sentido” en el que narra que los prisioneros eran sometidos a torturas y
experimentos inimaginables, y en una ocasión en que él mismo era sometido a
estos experimentos tuvo una visión personal de su naturaleza proactiva y la
llamó “la ultima libertad definitiva que
no podían quitarme”, “podían lastimar mi cuerpo pero no podían lastimarme a
mí que vivo en este cuerpo” y mediante una serie de disciplinas mental,
emocional, moral, ejercitó esta pequeña libertad hasta que creció cada vez mas,
hasta que tuvo más libertad que sus captores. Ellos tenían más libertad que él,
la libertad es una condición del entorno, libertad significa que tenemos en
nuestro entorno muchas opciones sobre las que podemos elegir, libertad
significa que tenemos el poder interno de ejercitar estas opciones. Eso es lo
que significa ser proactivo, estar a
cargo de nuestra propia vida.
Ser proactivo significa que
tienes la libertad de elegir y ejecutar
la respuesta que das a tus circunstancias, no es lo que te sucede, sino
cómo actúas ante lo que te sucede.
El Dr. Robert Resnick,
psicoterapeuta estadounidense nos brinda una sencilla fórmula para entender de
manera fácil lo que el ser proactivo significa, la fórmula es la siguiente:
EVENTO
+ RESPUESTA = RESULTADOS
En donde el EVENTO son las
circunstancias a las que te enfrentas día con día y la RESPUESTA es la manera
en que actúas ante esas circunstancias. Si los resultados que obtienes no son
los que esperabas o no te gustan, tienes dos opciones: Culpar al evento por
esos resultados, es decir, culpar a tu jefe, a la economía, a tu pareja, a tu
horóscopo, a tu falta de oportunidades, a tu falta de dinero, y la segunda
opción es cambiar tu respuesta.
En
cualquier fórmula si modificas uno de los componentes el resultado
necesariamente variará, como el evento es algo que no puedes
modificar por ser externo a ti, no puedes cambiar n i a tu jefe, ni a tu
pareja, ni la economía. Lo viable es cambiar la respuesta, tu respuesta sí
puede ser modificada por que tú tienes la libertad de elegir y el cambiarla
será lo que modifique el resultado, llevándote
al que tú realmente estás buscando.
Desde luego no es sencillo,
después de toda una vida convencid@ de que si tus circunstancias fueran otras
tus resultados serían distintos, de pronto entender y aceptar que el único responsable de los resultados que
has obtenido hasta ahora eres tú. Sin embargo, una vez que internalizas
esta idea liberadora, tu libertad de elección empezará a crecer como la del Dr.
Frankl en los campos de concentración nazis y tu sentimiento de valía y control
sobre tu vida te permitirá alcanzar tus objetivos.
Nos leemos en la próxima
entrega.
Socorro Echevarría Zapata
Yakana Consultores